El 26 de septiembre del presente año 2025 la Coordinadora de Memoria Histórica de Málaga inauguró una exposición acerca de La Desbandá en la Biblioteca Provincial de Málaga capital. El profesorado del IES Miguel Romero Esteo aprobó la visita a la exposición como actividad extraescolar, dado el carácter divulgativo y accesible de la exposición a la diversidad del alumnado, y a que conozca y se relacione con la ubicación, instalaciones y actividades que se realizan en una biblioteca pública.

Por otra parte, el profesorado del Departamento de Ciencias Sociales ha incluido dichas actividades en sus Programaciones Didácticas aprovechando la oportunidad que representa, por el hecho de que coincide con los Saberes Básicos que son impartidos al alumnado de 4º de ESO, de 1º de Bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades, y al alumnado de 2º de Bachillerato. Asimismo, la Memoria Democrática es uno de los principios pedagógicos que vertebran nuestras programaciones didácticas del Departamento, desarrollado a su vez en diversos Saberes Básicos de las materias de Geografía e Historia de 4º, de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato, y de la materia de Historia de España de 2º de Bachillerato. De este modo se concertaron cuatro visitas guiadas para la exposición los días 16, 17, 20 y 21 de octubre para los grupos mencionados.

La exposición «La Desbandá, Febrero de 1937, El Éxodo de Málaga bajo las bombas fascistas» es una exposición itinerante que tiene su origen en una exposición anterior realizada en Cataluña por descendientes de malagueños/as y otros/as andaluces/zas que vivieron aquellos hechos terribles de genocidio, éxodo, exilio, barbarie, etc. A raíz del éxito que tuvo la exposición en Cataluña, y la colaboración con asociaciones y plataformas memorialistas en Andalucía en general y en Málaga en concreto, se decidió trasladar la exposición a lugares de la geografía andaluza donde tuvieron lugar aquellos hechos.

Los objetivos principales de la exposición se centran en conmemorar los 88 años de la Desbandá para que a través de su memoria no se repitan las violaciones de los Derechos Humanos en cualquier lugar del mundo, como están sucediendo en Gaza, Ucrania, Mali, etc. En un mundo donde los conflictos y los éxodos están a la orden del día, la Verdad, la Justicia y la Reparación deberían ser las exigencias predominantes. De ahí que la Memoria Democrática y la Historia como ciencia constituyan herramientas indispensables para que las generaciones que van a tomar decisiones en su presente y en el futuro de los demás y el suyo propio no repitan las mismas atrocidades del pasado. En este sentido, nuestro alumnado del IES Miguel Romero Esteo representa la diversidad de un alumnado que cuenta con niños refugiados por culpa de esos conflictos: tenemos alumnado refugiado que han huido de guerras como las de Ucrania y Mali, los cuales participaron también en la visita a la exposición.

Al inicio de la Guerra de España, muchos andaluces procedentes de localidades de las provincias de Cádiz, Huelva, Sevilla, Córdoba y Granada huyeron buscando refugio en otras localidades cercanas de la provincia de Málaga. A partir de agosto de 1936, la provincia de Málaga se vio asediada por los bombardeos diarios de la aviación fascista italiana y nazi alemana, por lo que los malagueños y los otros refugiados andaluces tuvieron que huir de nuevo buscando refugio en Málaga capital. Entre estos andaluces no solamente había personas y familias republicanas, sino también gente de derechas que temían por sus hijas y esposas ante las amenazas de violación hacia las mujeres por parte del general Mola a través de la radio.

El 8 de febrero de 1937, las tropas sublevadas entraron en Málaga sin que antes se hubiera puesto en marcha ningún plan de evacuación de la población civil. La población huyó por la única vía de acceso que les quedaba: la carretera hacia Almería. Durante este éxodo por la carretera se produjeron los constantes bombardeos de los barcos de guerra franquistas y de las aviaciones italiana y alemana sobre la población civil que huía, masacrando a muchos de ellos y encontrando un reguero de cadáveres de niños, mujeres y hombres por el suelo. Incluso, las tropas sublevadas decidieron abrir la presa del Guadalfeo para que la gente que huía cruzando el río se ahogaran terminando con su huida.

Según los datos históricos analizados, se estima que llegaron a Almería unos 150 mil refugiados. A otros cientos de miles se les cortó el paso en Motril con la llegada de las tropas rebeldes y tuvieron que volver al lugar de donde huían, siendo represaliados de forma brutal a la vuelta por las tropas franquistas. De los que consiguieron huir, continuaron su huida hasta Cataluña y luego incluso hasta Francia, a los campos de concentración de españoles que allí iban llegando. Muchos de ellos acabaron luchando junto a los franceses en la Segunda Guerra Mundial contra los nazis. Muchos de estos españoles acabaron en los campos de concentración nazi, como los de Mauthausen, de los que en su mayoría no salieron vivos.

A las personas que sobrevivieron, todos estos hechos los marcaron de por vida y transmitieron sus recuerdos solamente a sus familias porque la Dictadura franquista practicaba la represión y la política del miedo. Con el paso del tiempo se han ido recogiendo los testimonios de estas personas directamente o a través de sus descendientes, creando una conciencia al respecto sobre el genocidio, torturas y genocidio que sufrieron aquellos andaluces.

Durante la visita a la exposición, uno de los alumnos ucranianos quedó impactado al ver las imágenes, escuchar a los guías, leer la información de los paneles y escuchar testimonios audiovisuales de las personas que sufrieron aquellos trágicos sucesos históricos. Me pidió salir un momento de la sala de la exposición por sentirse muy abrumado. Estaba reviviendo al mismo tiempo sus recuerdos de lo que está pasando e su país, Ucrania. Después de unos minutos, se acercó a mi y me dijo: «Profe, hasta ahora no me había interesado por la historia. Solamente estudiaba para aprobar y punto, pero ahora entiendo más que nunca porque es necesario estudiar historia: para que esto no ocurra nunca más». Después, siguió la visita y estuvo preguntando sobre diversos aspectos de la exposición que le llamaban la atención. En esos momentos cobra más sentido si cabe la enseñanza de la Historia y de la Memoria Democrática.»